Contenido 1
LA FILOSOFÍA.
El término, de origen griego, se compone de dos vocablos: philos (“amor”) y sophia (“pensamiento, sabiduría, conocimiento”). Por lo tanto, la filosofía es el “amor por el conocimiento”.
La filosofía es una disciplina que reflexiona acerca de la esencia de las cosas y del hombre, y que trata de dilucidar el lugar que estos ocupan en el universo, El filósofo, por su parte, es un individuo que se mueve por la curiosidad e indaga acerca de los últimos fundamentos de la realidad. Más allá del desarrollo de la filosofía como disciplina, el acto de filosofar es intrínseco a la condición humana. No es un saber concreto, sino una actitud natural del hombre en relación al universo y a su propio ser.
Al igual que la religión, la filosofía se centra en las cuestiones esenciales de la existencia humana. En cambio, a diferencia de la religión, no se basa en una revelación divina o en la fe, sino que lo hace en la razón. De esta forma, la filosofía puede ser definida como el análisis racional del sentido de la existencia humana, tanto individual como colectiva, fundado en la comprensión del ser. Pese a ciertas semejanzas con la ciencia, la filosofía se distancia de ésta ya que muchas de sus preguntas no pueden ser respondidas mediante el empirismo experimental.
La filosofía se pregunta por el sentido de la vida, sobre la existencia de Dios, sobre la existencia del alma, por la naturaleza del ser y del universo, qué es la verdad, qué es la conciencia, o qué convierte los comportamientos en buenos o equivocados, etc.
Actividad
1. Define filosofía y describe cuáles son los temas de los que se ocupa.
2. ¿En que coincide y en qué se diferencia la filosofía de la religión y de la ciencia?
Contenido 2
VERITAS… ¿QUID EST VERITAS?
"La Verdad... ¿Qué es la Verdad?" Esta frase que pronunció Poncio Pilatos frente a Jesucristo es una de las preguntas más esenciales del ser humano. ¿Existe la verdad absoluta? ¿La verdad nos es dada por las fuerzas eternas del universo y es nuestra tarea descubrirla o, por el contrario, la verdad es una construcción humana? ¿Existe una sola verdad omnipresente y sempiterna o hay muchas verdades?
La lógica clásica afirma: “Si +A es cierto, entonces –A es falso.” Si algo es cierto, entonces su opuesto tiene que ser falso. Hegel derrumbó esta premisa y la sustituyó con una nueva: “La verdad se puede mover entre +A y –A.” El filósofo alemán nos enseñó que toda idea, que le llamamos una tesis, puede ser confrontada con la idea opuesta, que llamamos antítesis, y de estas dos ideas rivales podemos plantear una nueva idea que combine partes de ambas, dando nacimiento a una síntesis. La verdad sería entonces, según Hegel, cuestionable y nunca eterna. La verdad se construye.
Existen unos discursos que tienen estatuto y función de verdaderos: operan y circulan como tales y, con frecuencia, nadie se cuestiona su veracidad. De tanto repetidas, las verdades parecen naturales, descubiertas, perfectas. Al contrario que Kant, que, desde su isla de racionalidad, pretendió la universalidad del conocimiento y la verdad, Foucault insinúa la historicidad de los mismos. La lectura de sus textos nos sugiere que conocimiento y verdad están configurados por el espacio y el tiempo, esto es, por el lugar y la época a la que pertenecen. Según Foucault, la verdad no es universal ni eterna, sino una construcción social e histórica, construida por los hombres.
Siguiendo con el filósofo francés Michel Foucault, en cada lugar y época se da una episteme determinada, o, en otras palabras, un conjunto de relaciones que pueden conectar las diversas prácticas discursivas existentes entre sí. Saber y verdad, en consecuencia, son producidos, elaborados en relación a un contexto histórico y engendrados y promovidos por los seres humanos. No existe tal cosa como “la verdad” única y originaria, ni un avance inexorable por parte de nuestros saberes hacia ella. En el lugar y el momento en que se produce una verdad –y, en consecuencia, se excluye y silencia otra-, se establecen unas reglas del juego, se inducen formas de subjetividad, también se está ejerciendo el poder en una determinada dirección. Por lo tanto, detrás de los saberes y sus discursos de verdad, se encuentra el poder.
Además de decretar cual es la forma correcta de ser y actuar para las personas -afirma Foucault-, las “verdades” construidas generan los procedimientos disciplinarios que sujetan al hombre a una serie de normas. Éstas ejercen su influencia en la organización y metodología que sigue la enseñanza, por ejemplo, a través de la pedagogía; en el funcionamiento de una fábrica o empresa, en las creencias y valores que poseen y transmiten las familias, etc. La nuestra es una sociedad disciplinaria en la que una red invisible y difusa de poder que lo atraviesa todo produce y reproduce nuestros hábitos, nuestras costumbres, nuestros pensamientos, las experiencias y percepciones que tenemos de determinados objetos, y, en definitiva, regula nuestras conductas.
Actividad:
1. ¿Qué quiere decir Hegel con su fórmula: “La verdad se puede mover entre +A y –A.”
2. Describe la diferencia entre Kant y Foucault acerca del conocimiento y la verdad.
3. Según Foucault, ¿cómo se construyen el saber y la verdad? ¿Qué generan esas verdades construidas?
4. Desde tu punto de vista, ¿existe una verdad absoluta, universal y eterna? Argumenta tu postura.
Contenido 3
HISTORIA DE LA FILOSOFÍA - LÍNEA DEL TIEMPO (Trabajada en clase)
Contenido 4
EL MITO
A. LA CREACIÓN SEGÚN EL MITO JUEDOCRISTIANO
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. 6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. 9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero. 14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto. 24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. 2 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. 3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
B. EL MITO PELASGO DE LA CREACIÓN (fotocopia)
C. EL MITO OLÍMPICO DE LA CREACIÓN (fotocopia)
Actividad
1- Caracterizar el pensamiento mítico utilizando los conceptos: sobrenatural, dioses, ritual.
2- Describir el mito pelasgo, el mito olímpico y el mito judeocristiano de la creación.
3- ¿Cuál de los tres mitos te parece más verosímil? ¿Por qué?
Contenidos 5 y 6
TRABAJO PRÁCTICO N 1
FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA (del siglo VII al V Antes de Cristo)
El inicio de la filosofía occidental se encuentra unido al problema y a la posible explicación racional de la physis (naturaleza). Fueron los presocráticos los primeros pensadores que, en el mundo occidental, intentaron dilucidar una explicación racional de la realidad en su conjunto y de la realidad de las cosas, superando a los autores antiguos que habían basado sus explicaciones en el concepto de mito.
Los filósofos presocráticos tienen como tema central de reflexión el problema de la naturaleza y su origen.
TALES DE MILETO
Tales es considerado el primer filósofo por cuanto, frente a las explicaciones de la realidad de carácter mítico y religioso, nos ofrece por primera vez una explicación basada en la razón, es decir, en la que no se apela a entidades sobrenaturales para explicar lo real ni se admite lo contradictorio, rechazándose, además, la heterogeneidad entre la causa y el efecto: si la realidad es física, su causa ha de ser también física (el agua, por ejemplo).
En cuanto a su cosmología, afirmaba que la tierra estaba sobre el agua, flotando como un disco. Se le atribuye la afirmación "todo es agua", que se ha interpretado en el sentido de que Tales afirmaba que el agua era el elemento originario de la realidad, el principio de todas las cosas, o bien en el sentido de que todas las cosas estaban constituidas o formadas por agua. ¿De dónde procede esta idea? Algunos afirman que Tales la tomó de la mitología oriental; la mayoría, sin embargo, tienden a atribuirle un origen experimental, bien derivado de la experiencia de lo húmedo y de la importancia de la humedad en el desarrollo de la vida, o bien de la observación de la evaporación del agua, que hace que este elemento se transforme en otro. En todo caso fue el primero que planteó la cuestión de la naturaleza última del mundo, concibiendo las cosas como formas cambiantes de un primer y único elemento: el agua.
ANAXIMANDRO DE MILETO
Anaximandro fu discípulo y compañero de Tales, siendo unos catorce años más joven que él. Se ocupó, al igual que Tales, de cuestiones prácticas relacionadas con la ciencia y se le atribuye la elaboración de un mapa del mar Negro, probablemente para uso de los navegantes milesios que viajaban por él. Al igual que otros filósofos griegos participó activamente en la vida política de su ciudad, y se le atribuye la dirección de una expedición colonizadora a Apolonia. Respecto a su actividad filosófica se le atribuye la composición de una obra en prosa, "Sobre la naturaleza", en la que expone sus teorías.
Al igual que Tales buscó el elemento primordial y básico a partir del que se ha generado la realidad; pero a diferencia de él consideró que dicho elemento o "arjé" (origen, principio) no podía estar constituido por ninguno de los elementos conocidos, como el agua, ni tampoco por ninguna clase particular de materia. Si ese primer elemento era la causa material de todo lo existente había de ser la causa, por lo tanto, de toda materia particular, por lo que dicho principio no podía identificarse con ninguna materia particular. Siendo su principio, su comienzo, su fuente, había de ser algo necesariamente distinto; pero dado que nosotros sólo conocemos las formas particulares de materia que emanan de ese primer principio hemos de concluir que el "arjé" tiene que ser una materia desconocida para nosotros y, en cuanto tal, una materia indeterminada, indefinida, ilimitada, a la que Anaximandro da el nombre de "ápeiron". Eso es lo que parece transmitirnos alguno de los fragmentos conservados de Anaximandro.
Vemos, en definitiva, que Anaximandro afirma como primera causa de la realidad una causa material: lo indefinido, lo indeterminado, lo infinito, a partir de la que evoluciona todo lo real. En la medida en que se niega a identificar esta primera causa con un elemento material particular su pensamiento supondrá un avance con respecto a Tales, en cuanto significa un considerable esfuerzo de abstracción y coherencia racional.
PITÁGORAS DE SAMOS
La filosofía de Pitágoras se desarrolla en una doble vertiente: una místico-religiosa y otra matemático-científica.
a) Por lo que respecta a la primera, el eje central está representado por la teoría de la trasmigración de las almas y la consecuente afirmación del parentesco entre todos los seres vivos. Según ella, las almas son entidades inmortales que se ven obligadas a permanecer en cuerpos reencarnándose sucesivamente pasando de unos a otros durante un periodo de tiempo indeterminado, hasta superar el proceso de reencarnaciones gracias a la purificación (catarsis), que culmina en el regreso del alma a su lugar de origen. Para ello, era necesario observar numerosas reglas de purificación, por ejemplo, la abstinencia de la carne, así como diversas normas rituales y morales. Esta teoría será adaptada posteriormente por Platón, constituyendo un elemento importante de su filosofía.
b) Respecto a la vertiente matemático-científica, Pitágoras afirmaba que los números eran el principio (arjé) de todas las cosas.
No sabemos si se concebían los números como entidades físicas o si, por el contrario, se afirmaba que el principio de la realidad era algo de carácter formal, es decir, no material (una relación, una estructura...). Aristóteles pensaba que la doctrina pitagórica del número se basaba en descubrimientos empíricos; por ejemplo, el hecho de que los intervalos musicales puedan expresarse numéricamente. (De hecho los pitagóricos concedieron una gran importancia al estudio de la música, vista su relación con las matemáticas. Esta relación la pudieron ir ampliando al resto de objetos que constituyen la realidad, descubriendo en el número la razón de todo lo real, lo que llevaría a convertirlo en el "arjé" de los milesios.) Parece, además, que los pitagóricos concibieron los números espacialmente, identificando el punto geométrico con la unidad aritmética. Las unidades tendrían, pues, extensión espacial y podrían ser consideradas, como dice Aristóteles, como el elemento material de las cosas.
PARMÉNIDES DE ELEA
El siguiente poema de Parménides expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos caminos para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión. Sólo el primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de continuas contradicciones y apariencia de conocimiento.
"Ea, pues, que yo voy a contarte (y presta tu atención al relato que me oigas)
los únicos caminos de búsqueda que cabe concebir:
el uno, el de que es y no es posible que no sea,
es ruta de Persuasión, pues acompaña a la Verdad;
el otro, el de que no es y el de que es preciso que no sea,
este te aseguro que es sendero totalmente inescrutable."
Para alcanzar el conocimiento sólo nos queda pues, la vía de la verdad. Esta vía está basada en la afirmación del ser: el ser es, y en la consecuente negación del no ser: el no ser no es. El ser es, lo uno es. La afirmación del ser se opone al cambio, al devenir, y a la multiplicidad. Frente al devenir, al cambio de la realidad que habían afirmado los filósofos jonios y los pitagóricos, Parménides alzara su voz que habla en nombre de la razón: la afirmación de que algo cambia supone el reconocimiento de que ahora "es" algo que "no era" antes, lo que resultaría contradictorio y, por lo tanto, inaceptable. La afirmación del cambio supone la aceptación de este paso del "ser" "al "no ser" o viceversa, pero este paso es imposible, dice Parménides, puesto que el "no ser" no es.
HERÁCLITO DE ÉFESO: La lucha de opuestos y el cambio constante
Debido a su vida solitaria y a la oscuridad de su filosofía, fue llamado “El oscuro”. Se cree que sus obras quedaron recogidas en una sola titulada “De la naturaleza”, que trataba del universo, la política y la teología. Afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante; el ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. El universo de Heráclito está, ciertamente, formado por contrarios en perpetua oposición.
Es Heráclito el que cambia totalmente de orientación del pensamiento al observar que todo en la realidad está en perpetuo cambio y que es imposible definir algo porque de inmediato esa cosa se modifica y ya deja de ser lo que era para ser otra.
Nunca tenemos la misma experiencia ni vemos dos veces lo mismo porque las cosas cambian en un constante devenir.
Heráclito afirma que el fundamento de todo está en el cambio incesante. El ente deviene y todo se transforma en un proceso de continuo nacimiento y destrucción al que nada escapa. El universo de Heráclito está, ciertamente, formado por contrarios en perpetua oposición.
Si bien Heráclito no desprecia el uso de los sentidos (como Platón) y los cree indispensables para comprender la realidad, sostiene que con ellos no basta y que es igualmente necesario el uso de la inteligencia. Al uso de los sentidos y de la inteligencia, hay que agregarle una actitud crítica e indagadora. La mera acumulación de saberes no forma al verdadero sabio, porque para Heráclito lo sabio es «uno y una sola cosa», esto es, la teoría de los opuestos. Quizás el fragmento más conocido de su obra dice: “En los mismos ríos entramos y no entramos, [pues] somos y no somos [los mismos].”
La guerra o discordia es una metáfora que emplea Heráclito para expresar el cambio en el mundo. Esta guerra es la que se produce entre opuestos (calor - frío - día - noche - salud -enfermedad - guerra - paz) por lo que cabe inferir que el cambio en el mundo, según Heráclito, se debería a esta lucha entre opuestos. Heráclito define la guerra o discordia como díke, el camino señalado o regla normal de comportamiento.
EMPÉDOCLES DE AKRAGAS
Su personalidad está envuelta en la leyenda ya que, además de filósofo, fue conocido por sus habilidades como médico y sus actividades relacionadas con la magia o con el chamanismo. Se dice que fue discípulo de Pitágoras o, cuando menos, pitagórico y maestro del sofista Gorgias de Leontini, atribuyéndosele también la creación de la retórica.
Por lo que respecta a la naturaleza Empédocles aceptó el postulado parmenídeo de la permanencia del ser; pero tratará de dar una explicación del cambio, negándose a aceptar el carácter ilusorio la realidad sensible. Para solucionar las aporías en las que habían caído los anteriores filósofos Empédocles postula la existencia de cuatro elementos (fuego, tierra, aire, agua) cada uno de ellos con las características de permanencia e inmutabilidad del ser, y la existencia de dos fuerzas cósmicas (Amor, Odio) que actuarán como causa de la combinación o disociación de los elementos.
Consignas:
1 ¿Cuál es la diferencia fundamental entre el pensamiento mítico y la filosofía presocrática?
2 Origen de todas las cosas según: a) Tales, b) Anaximandro, c) Pitágoras y d) Empédocles.
3 Desarrolla brevemente las dos vertientes de la filosofía de Pitágoras.
4 Diferencia los conceptos de verdad, opinión y cambio según Parménides.
5 Describe la visión de Heráclito sobre el devenir y la lucha de opuestos.
6 Escribe un texto con tu punto de vista relacionando la filosofía de Heráclito con la de Parménides y con la postura de Karl Marx que asegura que “la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases” y que “el conflicto es el motor de la historia”. Tené en cuenta los conceptos de cambio, verdad y conflicto.
Contenido 7
FILOSOFÍA CLASICA
La filosofía griega constituyó el fundamento de toda la especulación filosófica en el mundo occidental. Las hipótesis intuitivas de los antiguos griegos presagiaron diversas teorías de la ciencia moderna, incluso muchas de las ideas morales elaboradas por los filósofos griegos han sido incorporadas a la doctrina moral cristiana. Las ideas políticas desarrolladas por los pensadores griegos han influenciado a muchos líderes políticos a lo largo de la historia. Los representantes principales de este período son los sofistas y los filósofos (Sócrates, Platón y Aristóteles)
Los sofistas
El materialismo aplicado a la vida diaria inspiró la filosofía de un grupo conocido como los sofistas, que surgió en el siglo V a.C. haciendo hincapié en la importancia de la percepción humana, sofistas como Protágoras dudaban que la humanidad pudiera ser capaz de alcanzar nunca la verdad objetiva a través de la razón, y defendían que el éxito material, en lugar de la verdad, debía ser el propósito de la vida:
Sofistas (del griego sophi, 'experto', 'maestro artífice', 'hombre de sabiduría'), en su origen, nombre aplicado por los antiguos griegos a los hombres eruditos, tales como los Siete Sabios de Grecia; en el siglo V a.C., nombre que se daba a los maestros itinerantes que proporcionaban instrucción en diversas ramas del conocimiento a cambio de unos honorarios convenidos con antelación. Personas que compartían puntos de vista filosóficos mucho más amplios que los de una escuela, los sofistas popularizaron las ideas de varios filósofos anteriores; pero, basándose en su interpretación de ese pensamiento filosófico anterior, casi todos ellos concluyeron afirmando que la verdad y la moral eran en esencia materias opinables. Así, en sus propias enseñanzas tendían a enfatizar formas de expresión persuasivas, como el arte de la retórica, que facilitaba a los discípulos técnicas útiles para alcanzar el éxito en la vida, en especial en la vida pública. Los sofistas gozaron de popularidad durante un tiempo, sobre todo en Atenas; sin embargo, su escepticismo de la verdad absoluta y la moral suscitó a la postre fuertes críticas. Sócrates, Platón y Aristóteles pusieron en tela de juicio los fundamentos filosóficos de las enseñanzas de los sofistas. Platón y Aristóteles les censuraron por aceptar dinero. Más tarde, fueron acusados por el Estado de carecer de moral. Como consecuencia, la palabra sofista adquirió un significado despectivo, al igual que el moderno término sofisma, que puede ser definido como astuto y engañoso o como argumentación o razonamiento falsos. No obstante, diversas corrientes filosóficas han reivindicado el sofismo como un espíritu crítico, desde mediados del siglo XX. Autores tan dispares como el rumano Emil Michel Cioran, el español Fernando Savater y diversos teóricos del postmodernismo han elaborado el gran elogio doctrinal del sofismo. En último extremo, los sofistas fueron de importancia menor en el desarrollo histórico del pensamiento filosófico occidental. Fueron, sin embargo, los primeros en sistematizar la educación. Entre los principales sofistas del siglo IV a.C. destacan Protágoras, Gorgias, Hipias de Elide y Prodicus de Ceos.
Actividad
1. Define Filosofía Clásica.
2. ¿A qué se dedicaban los sofistas? ¿Cuál era su punto de vista acerca de la verdad?
3. Describe los aspectos positivos y negativos que le atribuyen a los sofistas.
4. ¿Qué opinión te merecen los sofistas?
Contenido 8
Sócrates (469-399 a. de C.)
Nacido de padre escultor y madre comadrona, fue un buen ciudadano de su patria natal, Atenas, a la que sirvió como soldado en varias batallas de la guerra del Peloponeso. Sin embargo, jamás quiso participar en actividades políticas, por impedírselo sus convicciones filosóficas.
No escribió ningún libro ni tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza sobre su personalidad y su forma de pensar se extrae de los trabajos de dos de sus discípulos más notables: Platón, que atribuyó sus propias ideas a su maestro y el historiador Jenofonte.
Al final de su vida se presentó contra él la acusación de no creer en los dioses de la ciudad y corromper a la Juventud; fue considerado culpable y se le condenó a suicidarse bebiendo cicuta. Su discípulo Platón haría más tarde, la apología del sereno comportamiento de Sócrates frente a la muerte.
Los restos conservados de las obras que nos hablan de Sócrates (los diálogos de Platón, Antístenes y Esquines) difieren en muchos aspectos concretos, pero todos ellos están orientados a ensalzar la personalidad del maestro.
La ética y la moral
El punto de partida de la filosofía socrática es el problema moral, la autoconciencia ("conócete a ti mismo»). Desarrollando esta idea. Sócrates se preocupó fundamentalmente por problemas éticos y procuró investigar conceptualmente la esencia permanente de lo justo, lo bueno, lo bello, etc. Sus investigaciones revisten la forma de preguntas sobre conceptos generales de carácter moral: ¿Qué es la piedad?, ¿qué es el valor?, ¿qué es el autodominio?
Moral es el conjunto de principios, criterios, normas y valores que dirigen nuestro comportamiento. La moral nos hace actuar de una determinada manera y nos permite saber qué debemos hacer en una situación concreta. Ética es la reflexión teórica sobre la moral. La ética es la encargada de discutir y fundamentar reflexivamente ese conjunto de principios o normas que constituyen nuestra moral.
Como conclusión: moral y ética se plantean cuestiones distintas. La moral tiene que ver con el nivel práctico de la acción y la ética con el nivel teórico de la reflexión.
Método inductivo
Sócrates pretendió fundamentar un conocimiento riguroso, hacer de la filosofía una ciencia. Para ello defendió el método inductivo y condenó el método deductivo de los presocráticos: no hay que partir de afirmaciones sobre la totalidad del mundo, como hacen los primeros filósofos, sino observar empíricamente, experimentalmente, la realidad concreta y. en todo caso, inducir de aquí leyes o principios generales.
Dialéctica y Mayéutica
El método de Sócrates era dialéctico: después de plantear una proposición, hacía una serie de preguntas destinadas a analizar y depurar la proposición examinando sus consecuencias y comprobando si coincidía con los hechos conocidos. Sócrates creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y por lo tanto pasó la mayor parte de su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Un método denominado mayéutica, o arte de alumbrar los espíritus, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus propias verdades a través de las preguntas que le va haciendo el maestro.
Actividad
1. Escribe una pequeña biografía de Sócrates.
2. ¿Cuáles fueron los dos temas principales de los que se ocupó Sócrates? Describilos.
3. ¿Qué es el método inductivo en la ciencia?.
4. Describe los dos métodos que utilizaba Sócrates para llegar a la verdad en sus enseñanzas.
Contenido 9
Platón
(428-347 a. de C.)
Nació en Atenas. Su verdadero nombre era Aristocles; el de Platón, con que ha pasado a la posteridad, era un mote que significaba «ancho de espaldas».
Perteneció a una clase social acomodada, lo que le permitió recibir una educación esmerada en diversas materias: literatura, gimnasia, música- pintura, poesía, etc. Inició sus estudios filosóficos con Cratilo, discípulo de Heráclito y los perfeccionó, a partir de los 20 años. con Sócrates- Fue discípulo de éste y recibió su influencia hasta un punto tal que ha sido difícil decidir cuáles de sus aportaciones filosóficas son originales y cuáles son obra de su maestro.

Nació en Atenas. Su verdadero nombre era Aristocles; el de Platón, con que ha pasado a la posteridad, era un mote que significaba «ancho de espaldas».
Perteneció a una clase social acomodada, lo que le permitió recibir una educación esmerada en diversas materias: literatura, gimnasia, música- pintura, poesía, etc. Inició sus estudios filosóficos con Cratilo, discípulo de Heráclito y los perfeccionó, a partir de los 20 años. con Sócrates- Fue discípulo de éste y recibió su influencia hasta un punto tal que ha sido difícil decidir cuáles de sus aportaciones filosóficas son originales y cuáles son obra de su maestro.
Tras la muerte
de Sócrates. Platón se dedicó a viajar por el mundo conocido: en Egiptoy Cirené
entró en contacto con el saber matemático y astronómico de su tiempo: en la
Magna Grecia pasó algún tiempo con una secta de pitagóricos, y en sus tres
viajes a Sicilia trató de crear un régimen político en el que experimentar sus
teorías sobre el Estado, expuestas en su obra La República, pero sin conseguir
resultados positivos.
A los 40 años de edad fundó la Academia, primera escuela filosófica organizada en plan pedagógico. Enseñó en ella durante veinte años los más diversos temas: filosofía, matemática, astronomía, zoología, etcétera.
Los años de la Academia fueron los de su madurez creadora y durante ellos escribió sus obras más importantes: una Apología de Sócrates, 34 diálogos y 13 cartas (quizás apócrifas). La obra platónica es una de las primeras obras verdaderamente filosóficas por lo que tiene de saber totalizador y universal, ya que trata de los más diversos aspectos de la cultura: político, ético, físico, astronómico, teológico, etcétera.
Platón sufrió la influencia de cuatro grandes filósofos: de Pitágoras adoptó elementos del orfismo: la tendencia religiosa, la creencia en la inmortalidad del alma humana, el tono sacerdotal; de Parménides aprendió que la auténtica realidad es eterna, inmutable e intemporal, y que el cambio que parecen captar nuestros sentidos corporales no es mas que eso: apariencia, ilusión; de Heráclito extrajo la visión crítica del inmovilismo parmenídeo: el dinamismo heraclíteo afirma que nada es permanente («todo fluye») en el mundo sensible; de Sócrates, la preocupación por problemas éticos y sus ideas políticas aristocráticas y antidemócratas.
Platón expuso su doctrina en forma de diálogos, tal vez porque en su época era preponderante la forma de comunicación oral y porque el diálogo es la forma de escribir que más se asemeja a la de hablar.
Para Platón, el mundo inteligible es el único mundo que se merece verdaderamente el nombre de realidad, pues él es quien proporciona las formas, las ideas, los modelos, de los cuales el mundo natural no es más que mera copia, reflejos, imitación. Por otra parte, la distinción platónica entre un mundo sensible y un mundo inteligible (de las ideas) lleva aparejada la distinción entre conocimiento empírico (sensitivo) y conocimiento intelectivo.
Platón fue el autor de la primera utopía política de la historia de la cultura. Una utopía es la descripción de una imaginaria sociedad perfecta, con un carácter programático (es decir, con la intención de que la sociedad existente se rija, en un plazo mayor o menor de tiempo, por los principios políticos enunciados en la utopía).
La utopía de Platón se encuentra en su obra más conocida: La República. Su planteamiento político es muy original. Se basa en su propia teoría de que la sociedad no será perfecta hasta que los filósofos se hagan reyes o los reyes se conviertan en filósofos. En términos actuales, diríamos que lo que nos propone Platón es una especie de régimen de dictadura de los intelectuales (Política).
A los 40 años de edad fundó la Academia, primera escuela filosófica organizada en plan pedagógico. Enseñó en ella durante veinte años los más diversos temas: filosofía, matemática, astronomía, zoología, etcétera.
Los años de la Academia fueron los de su madurez creadora y durante ellos escribió sus obras más importantes: una Apología de Sócrates, 34 diálogos y 13 cartas (quizás apócrifas). La obra platónica es una de las primeras obras verdaderamente filosóficas por lo que tiene de saber totalizador y universal, ya que trata de los más diversos aspectos de la cultura: político, ético, físico, astronómico, teológico, etcétera.
Platón sufrió la influencia de cuatro grandes filósofos: de Pitágoras adoptó elementos del orfismo: la tendencia religiosa, la creencia en la inmortalidad del alma humana, el tono sacerdotal; de Parménides aprendió que la auténtica realidad es eterna, inmutable e intemporal, y que el cambio que parecen captar nuestros sentidos corporales no es mas que eso: apariencia, ilusión; de Heráclito extrajo la visión crítica del inmovilismo parmenídeo: el dinamismo heraclíteo afirma que nada es permanente («todo fluye») en el mundo sensible; de Sócrates, la preocupación por problemas éticos y sus ideas políticas aristocráticas y antidemócratas.
Platón expuso su doctrina en forma de diálogos, tal vez porque en su época era preponderante la forma de comunicación oral y porque el diálogo es la forma de escribir que más se asemeja a la de hablar.
Para Platón, el mundo inteligible es el único mundo que se merece verdaderamente el nombre de realidad, pues él es quien proporciona las formas, las ideas, los modelos, de los cuales el mundo natural no es más que mera copia, reflejos, imitación. Por otra parte, la distinción platónica entre un mundo sensible y un mundo inteligible (de las ideas) lleva aparejada la distinción entre conocimiento empírico (sensitivo) y conocimiento intelectivo.
Platón fue el autor de la primera utopía política de la historia de la cultura. Una utopía es la descripción de una imaginaria sociedad perfecta, con un carácter programático (es decir, con la intención de que la sociedad existente se rija, en un plazo mayor o menor de tiempo, por los principios políticos enunciados en la utopía).
La utopía de Platón se encuentra en su obra más conocida: La República. Su planteamiento político es muy original. Se basa en su propia teoría de que la sociedad no será perfecta hasta que los filósofos se hagan reyes o los reyes se conviertan en filósofos. En términos actuales, diríamos que lo que nos propone Platón es una especie de régimen de dictadura de los intelectuales (Política).
El mito de la caverna
(República, VII)
I - Y a continuación -seguí-, compara con la
siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de
ella, se halla nuestra naturaleza.
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.
- Ya lo veo-dijo.
- Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa
paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura
sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y
de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es
natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.
- ¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué
extraños prisioneros!
- Iguales que nosotros-dije-, porque en primer
lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus
compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la
caverna que está frente a ellos?
- ¿Cómo--dijo-, si durante toda su vida han sido
obligados a mantener inmóviles las cabezas?
- ¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán
visto lo mismo?
- ¿Qué otra cosa van a ver?
- Y si pudieran hablar los unos con los otros,
¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar
ante ellos?
- Forzosamente.
- ¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de
la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que
pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que
veían pasar?
- No, ¡por Zeus!- dijo.
- Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales
no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos
fabricados.
- Es enteramente forzoso-dijo.
- Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados
de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les
ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a
levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y
cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no
fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que
contestaría si le dijera d alguien que antes no veía más que sombras inanes y
que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a
objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole
los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué
es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había
contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?
- Mucho más-dijo.
II. -Y si se le obligara a fijar su vista en la
luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose
hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué éstos, son
realmente más claros que los que le muestra .?
- Así es -dijo.
- Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-,
obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de
haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a
mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan
llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que
ahora llamamos verdaderas?
- No, no sería capaz -dijo-, al menos por el
momento.
- Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder
llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante
todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados
en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más
fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su
vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que
le es propio.
- ¿Cómo no?
- Y por último, creo yo, sería el sol, pero no
sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el
propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que. él estaría
en condiciones de mirar y contemplar.
- Necesariamente -dijo.
- Y después de esto, colegiría ya con respecto al
sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la
región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que
ellos veían.
- Es evidente -dijo- que después de aquello
vendría a pensar en eso otro.
- ¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior
habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no
crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a
ellos?
- Efectivamente.
- Y si hubiese habido entre ellos algunos honores
o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por
discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de
cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con
otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba
a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría
a quienes gozaran de honores y poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría
lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente "trabajar la tierra
al servicio de otro hombre sin patrimonio" o sufrir cualquier otro destino
antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?
- Eso es lo que creo yo -dijo -: que preferiría
cualquier otro destino antes que aquella vida.
- Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal
allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían
los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?
- Ciertamente -dijo.
- Y si tuviese que competir de nuevo con los que
habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras
aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y
no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que
reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos
estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión?
¿Y no matarían; si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien
intentara desatarles y hacerles subir?.
- Claro que sí -dijo.
III. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que
aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que
comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión, y la
luz del fuego que hay en ella, con el poder del. sol. En cuanto a la subida al
mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con
la ascensión del alma hasta la. región inteligible no errarás con respecto a mi
vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y que sólo la divinidad sabe si por
acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo
inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero,
una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo
bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha
engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana
y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien
quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.
- También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado
en que puedo estarlo.
Actividad
1.
Relata una breve
biografía de Platón
2.
Describe la influencia
recibida por Platón de los 4 filósofos.
3.
¿Cómo es la sociedad
perfecta según Platón?
4.
Relata un resumen del
mito de la caverna y explica su significado.
Contenido 10
Filosofía clásica: Aristóteles (384-322 a. de C.)
Nació en Estagira (región de
Tracia). Fue hijo del médico de cabecera del rey Amintas de Macedonia. A los 18
años entró en la Academia platónica, y en ella permaneció durante dos décadas,
hasta la muerte de Platón, por quien siempre sintió una gran admiración. En el
año 342 a. de C. fue llamado por el rey Filipo de Macedonia para que se encargara
de la educación de su hijo Alejandro Magno. En el año 335 a. de C. regresó a
Atenas y fundó su propia escuela: el Liceo (así llamado por estar en la plaza
de Apolo Licio), que al principio tuvo características similares a las de la
Academia, pero que con los años se convirtió en un círculo de investigación
científica y cultural.
La primera época de
Aristóteles es puramente platónica, tanto en la forma como en el contenido. En
su época de transición se enfrentó con algunas de las ideas del maestro, especialmente
con su teoría de las ideas, aunque siempre con mucho respeto («Siendo Platón y
la verdad igual de amigos míos, siento el imperioso deber de colocar a la
verdad por delante»). Y, por fin, ya en su época de madurez, en el Liceo,
elaboró sus propias teorías filosóficas.
La obra de este período de
esplendor puede dividirse así:
a. La
lógica
Mientras la ciencia anatómica
sería un análisis de los cuerpos, la ciencia lógica sería un análisis del
pensamiento o del medio con el que se expresa este pensamiento: el lenguaje.
Aristóteles descubrió que el espíritu (el pensamiento, el lenguaje) posee una
estructura interna similar a la de la materia. Así, desmenuzó el espíritu
humano y extrajo tres elementos fundamentales: el concepto, el juicio, y el raciocinio.
El concepto es la
representación intelectual abstracta de un objeto. El hombre conoce las cosas
que le rodean de una manera sensible (este monte, esta silla, este hombre),
pero tiene una facultad (abstracción) que le permite prescindir de las características
concretas y accidentales de los objetos y referirse a sus aspectos esenciales,
es decir, le permite saber qué es el monte, la silla, el hombre, etcétera,
Estos aspectos esenciales constituyen la idea, el concepto o, en términos
aristotélicos, el universal.
El raciocinio es aquella forma
lógica que consiste en inferir un juicio desconocido a partir de otros
conocidos. Hay dos clases de raciocinios: los deductivos (que a partir de una
afirmación universal deducen una afirmación particular), y los inductivos (que
siguen el camino inverso: van de la recolección de datos particulares a la
afirmación de una verdad universal). Para Aristóteles, la forma perfecta de
raciocinio es el deductivo, al que llamó silogismo. La teoría de los silogismos
(descripción de su forma, de su empleo, de sus leyes, etcétera) constituye el
núcleo de la lógica aristotélica.
En Lógica, el silogismo es un
razonamiento (paso de verdades conocidas a verdades ignoradas) de tipo
deductivo (va de lo general a lo particular) que parte de dos premisas
(afirmaciones) de las cuales se extrae o infiere una conclusión, que no debe
agregar nada a lo contenido en las premisas.
Las proposiciones a diferencia
de las preguntas, las órdenes y las exclamaciones pueden ser verdaderas o
falsas. Sin embargo los silogismos no son ni verdaderos ni falsos, sino válidos
o inválidos, pues un razonamiento que parte de premisas falsas puede ser
válido, aunque la conclusión sea falsa, si la conclusión deriva necesariamente
de las premisas. Lo que importa es su estructura formal.
Para que un silogismo sea
verdadero debe partir de premisas verdaderas e indemostrables, definiciones o
axiomas, lo que fue llamado por Aristóteles silogismo científico, donde ciencia
y demostración son sinónimos, pues los conocimientos científicos deben basarse
en la demostración.
Un silogismo es válido cuando
sus premisas ofrecen un fundamento seguro para obtener una conclusión, de tal
modo que si las premisas son verdaderas, también lo será la conclusión.
Ejemplos:
Silogismo válido con premisas
verdaderas (razonamiento apodíctico)
1. Todos los perros ladran. –
2. Toby es un perro. - 3. Por lo tanto, Toby ladra.
Silogismo válido con premisas
falsas:
1.Todos los hombres son
inteligentes. 2.Todos los seres inteligentes son felices. 3. Por lo tanto: Todos
los hombres son felices.
b. La
metafísica
Aristóteles es también el
fundador de una nueva disciplina filosófica: la metafísica.
El objeto fundamental de
estudio metafísico es el ser de las cosas. Las distintas ciencias particulares estudian
los objetos de este mundo ateniéndose a características específicas de ellos;
así, la física estudia los objetos en cuanto móviles, la química, en cuanto
mutables y reorganizables, la biología, en cuanto vivos, etcétera. La
metafísica estudiará a los objetos en cuanto existentes y la definió así: «Es
la ciencia del ser en cuanto ser». Ahora bien, Aristóteles no dedicó su
atención a todos los seres, sino a aquel ser modélico, arquetípico que es Dios,
el más perfecto de todos los seres. Así, la Metafísica se convirtió en una
especie de teología. Las concepciones éticas de Aristóteles no son muy
originales, limitándose a ser la formulación en términos filosóficos de las
ideas dominantes sobre el ethos (comportamiento, conducta) en la sociedad de su
tiempo.
c. La
política
La obra política de
Aristóteles es una de las primeras grandes sistematizaciones de la política de
los pueblos. En ella partió de un enorme cúmulo de material empírico (el
estudio de las constituciones políticas de la mayoría de las ciudades conocidas
de su época). Para él, el Estado es la forma superior de las comunidades
humanas. La primera institución natural es la familia (basada en dos tipos de
relaciones: marido-mujer, amo-esclavo). La unión de varias familias constituye
una aldea y la unión de varias aldeas autónomas y autosuficientes constituye un
Estado, una polis. Según Aristóteles el hombre sólo puede realizarse plenamente
en el interior de una comunidad política. Lo definió como zoon politíkón, o
sea, «animal político».
En cuanto a las formas de
gobierno, delineó especulativamente un cuadro de regímenes políticos posibles,
considerando tres formas de gobierno aceptables y tres formas condenables:
Monarquía: Gobierno de uno
solo.
Aristocracia: Gobierno de los
mejores
Democracia: Gobierno de la
multitud
Todos estos sistemas deben
buscar el bien y la felicidad de todos. Cuando esto no ocurre aparecen
perversiones o degeneraciones:
La Monarquía da lugar a la
Tiranía
La Aristocracia da lugar a la
Oligarquía
La Democracia da lugar a la
Demagogia
Aristóteles insinúa que el
gobierno ideal puede ser el de una clase intermedia. De cualquier forma, afirma
que cualquier forma de gobierno es buena si respeta la felicidad, el bien y
utilidad de todos.
Actividad
1. Redacta
una pequeña biografía de Aristóteles.
2. Características
de las tres etapas de la filosofía
aristotélica.
3. Escribe
un resumen de los tres grandes temas estudiados por Aristóteles en su época del
Liceo.
4. Define
silogismo. Escribe un silogismo valido con premisas verdaderas y otro silogismo
valido con premisas falsas.
Contenido 11
Filosofía Medieval
Durante
la Edad Media la filosofía bebió
del cristianismo, por el que explicaba la existencia y los fenómenos del mundo
que les rodeaba. La Verdad era buscada en la Biblia, libro de máxima sabiduría,
según la cual Dios creó el mundo y a todas las personas. El cristianismo se
convertirá, además de en una religión, en una solución para dilucidar las
cuestiones más comunes en la época, cambiando el paradigma que había imperado
en la filosofía de la etapa anterior, basada en la razón y la ciencia.
De
la Edad Medieval hemos conservado magníficas obras filosóficas que han servido
no sólo como base sino también como inspiración a multitud de estudiosos en
etapas posteriores.
La Patrística
La
primera etapa en la filosofía medieval es aquella que corresponde a la
articulación definitiva de los dogmas cristianos, su defensa ante otras
religiones y a la iniciación a la humanidad en la Verdad de Cristo, la única
posible. Estos primeros hombres fueron llamados Padres de la Iglesia y su
estudio y difusión se denominó Patrística, cuyo hombre más destacado fue San
Agustín. Su filosofía se encuadra en lo que se ha dado en llamar
neoplatonismo y es que a él corresponde una reinterpretación de Platón bajo un
tinte cristiano: Agustín (354-430) es el último gran filósofo de la antigüedad
y principio de la modernidad, el límite entre dos formas de entender y pensar
la filosofía. Se presenta como un buscador afanoso de la Verdad que hace del
Saber una cuestión de vida o muerte y ello lo consigue al describir, según sus
escritos, la profunda vena religiosa de Platón resumida así: no hay posibilidad
de conocer sin amar porque el conocimiento es amor y sólo amando, llegando a
Dios, conocemos con certeza. Todo conocimiento de Verdad se conoce a través de
la luz de Dios.
Para
San Agustín, entonces, razón y fe no están necesariamente en oposición, sino
que su relación es de complementariedad. Según
él, la fe es un modo de pensar asintiendo, y si no existiese el pensamiento, no
existiría la fe. Por eso la inteligencia es la recompensa de la fe. La fe y la
razón son dos campos que necesitan ser equilibrados y complementados.
A
través de la Patrística -del estudio de los padres- San Agustín recibe la
oportunidad de solucionar el problema de Fe y Razón aunque no parte de
distinguir entre la religión y la filosofía sino que considera a las dos como
soluciones equivalentes para una necesidad vital del hombre que es la posesión
de la Verdad.
La Escolástica
La
segunda etapa en la filosofía medieval, la Escolástica, surgirá a partir del
siglo XIII. Dicha centuria se convertirá en el siglo de la metafísica,
consecuencia del conocimiento de Aristóteles y del neoplatonismo greco-árabe
cuyo objetivo principal es descubrir las causas profundas o esenciales y
después practicar a partir de ellas el método científico por excelencia con la
reinterpretación de Aristóteles, gracias a nuevas traducciones que se realizan
en las escuelas y universidades entre las que destacaremos la Escuela de
Traductores de Toledo. En estos espacios, surgidos todos en tiempos del
Medievo, se va a cultivar un saber principalmente teológico y filosófico por el
que a través de la ciencia de Aristóteles, se intentará explicar la existencia
sobrenatural de Dios. A pesar de que la Escolástica es principalmente teología,
es esencialmente filosofía. La Escolástica trata problemas filosóficos que
surgen con ocasión de cuestiones religiosas y teológicas.
Uno de los máximos representantes será el árabe Averroes, quien se afana por una
interpretación literal del filósofo griego, afirmando la existencia de la Doble
Verdad, representada en la religión y la filosofía. Averroes ha obtenido el
reconocimiento por ser el filósofo que consagró el triunfo de Aristóteles entre
los árabes, a quien procesa una profunda admiración, como lo demuestran sus
tres obras en las que comenta los libros del griego, ejerciendo una influencia
profunda entre los latinos.
Dentro
de esta corriente también encontramos a Santo Tomás de Aquino quien
desarrolló una teoría que conjugaba las posibilidades del cristianismo con las
ideas aristotélicas, que con el tiempo se convertirán en las ideas oficiales
del catolicismo. Claro seguidor de Aristóteles,
Santo Tomás logra de un modo sorprendente hacerlo compatible con la doctrina cristiana, razón que sin duda
explica el éxito que pronto tuvo en toda la cultura cristiana medieval y
moderna. No es menor mérito de Santo Tomás el equilibrio que parece lograr
entre la razón y su ejercicio y
la fe y su práctica; los dos
ámbitos le interesaron, aunque, sin duda, el motor de su extraordinario
esfuerzo filosófico fue la experiencia religiosa que siempre le acompañó.
Actividad
1- Describe las características generales
de la filosofía medieval y comenta qué cambio produjo con respecto a la
filosofía griega clásica.
2- a. La patrística: Ideas principales.
b. Filosofía de San Agustín.
3- a. La escolástica: Ideas principales.
b. Filosofía de Averroes
c. Filosofía de Santo Tomás de Aquino.
Contenido 12
Contenido 12
Filosofía del Renacimiento

Se denomina
"Renacimiento" a un período de la historia de Occidente (finales del
s. XIV a finales del s. XVI, aproximadamente) que comenzó en Italia y se
expandió por Europa. Supuso unos modelos culturales y sociales distintos a los
principios característicos del mundo medieval. Sin embargo, estos no fueron el
resultado de un cambio brusco de mentalidad, sino consecuencia de una evolución
progresiva, en todos los órdenes, desde los siglos previos. Así, en política,
se produce la creación y desarrollo de poderosas monarquías y de los
nacionalismos; en la economía se genera un predominio de la actividad
mercantil, y la pujante importancia de la burguesía y de las ciudades, son
algunos de los aspectos, entre otros muchos, que ponen de relieve la notable
transformación operada sobre las estructuras de la Edad Media.
En el
ámbito del pensamiento o de las ideas, el Renacimiento se caracteriza por una
serie de notas: resurgimiento de la Antigüedad clásica griega, crisis de
creencias e ideas, desarrollo de la individualidad, fermentación de nuevas
concepciones sobre el hombre y el mundo, confianza en la posibilidad del
conocimiento y dominio de la Naturaleza, tendencias escépticas, exaltación
mística, actitud crítica, etc. Así, como consecuencia de este individualismo y
valoración de lo humano, también se produce el desarrollo de una religiosidad
más íntima, desprovista del ceremonial característico de la liturgia medieval.
En el
Renacimiento, Dios y el cristianismo dejaron de ser el punto central del
pensamiento para dar paso al hombre como punto central. Un ejemplo puede ser el
dibujo del Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, en el cual muestra la
precisión del hombre como medida de todas las cosas. Por consiguiente, frente
al teocentrismo medieval, el espíritu de la época renacentista se manifiesta en
la idea del hombre como centro del universo y de la naturaleza como espacio
vital.
Montanigne
Montaigne no
es detentor de la verdad, no persigue certezas, pone en entredicho las verdades
de su tiempo y el conocimiento como algo absoluto: es escéptico. Pero escéptico
no es negar, es dudar. La duda de Montaigne no persigue refutar ninguna tesis
anterior a él, sino criticar el fácil dogmatismo que afecta a todos los
aspectos de la cultura (ciencia, filosofía, política y religión) y las
consecuencias a las que nos conduce – y de las que él es testigo en la Europa
de su tiempo – como el fanatismo y la guerra.
Montaigne (nacido
en Burdeos, Francia, en 1533) cree que el hombre ha olvidado su situación en el
cosmos, al estimarse por encima de todas las demás cosas. La pretensión de
Montaigne es la supresión de esa actitud presuntuosa en todos los aspectos de
la vida. Considera a la vida como un continuo devenir y del hombre como un ser
de naturaleza mutable y cambiante, no fija y monolítica.
Montaigne
es un perfecto mediador en muchas cuestiones de su época, como las guerras de
religión, puesto que a pesar de ser católico, no duda en recriminar a los suyos
sus defectos y fallos y considerar las virtudes y aspectos positivos de los
protestantes. Todo ello en armonía, lo que le valió tanto amistades como
enemigos en ambos bandos de la contienda, debido a su espíritu crítico,
tolerante y templado. “Que sais-je?” es su lema definitorio: un escéptico
acerca de las “verdades” que conocemos, por ello un ser tolerante con las
opiniones y posturas diferentes a la suya y alguien más preocupado por intentar
conocerse a sí mismo y guiarse por la templanza, que de aprender lecciones y
dogmas de memoria y caer en fanatismo.
Maquiavelo
Las ideas del florentino Nicolás Maquiavelo (1469-1527) provocan las más
contradictorias opiniones: mientras unos lo consideraban padre de la
descreencia y apólogo de la crueldad y la tiranía otros lo han valorado como
iniciador del pensamiento político moderno o crítico encubierto del despotismo.
EL PRÍNCIPE:
“El príncipe”, escrita en 1513, es la obra más relevante de Maquiavelo y la más polémica, en ella se pretende explicar los medios por los que un príncipe (jefe de un principado) puede mantenerse en el poder analizando las causas por las que muchos perdieron el poder y otros lo conservaron. El tratado por lo tanto no pretende ser una obra de cómo deberían actuar los poderosos sino como se tiene que actuar cuando se tiene el poder para conservarlo.
“El príncipe”, escrita en 1513, es la obra más relevante de Maquiavelo y la más polémica, en ella se pretende explicar los medios por los que un príncipe (jefe de un principado) puede mantenerse en el poder analizando las causas por las que muchos perdieron el poder y otros lo conservaron. El tratado por lo tanto no pretende ser una obra de cómo deberían actuar los poderosos sino como se tiene que actuar cuando se tiene el poder para conservarlo.
Según Maquiavelo el ser humano es fácilmente engatusado por las
apariencias y más pronto a obedecer por miedo que por voluntad propia. El
hombre atiende a la ley pero también a la fuerza; sería maravilloso que los
hombres atendiesen siempre a la ley pero como esto no es así el príncipe debe
saber cómo utilizar la fuerza. Los príncipes que han hecho uso de la fuerza
desmedida no han obtenido sus propósitos porque han soliviantado a los nobles o
al pueblo; los príncipes que han renunciado a la fuerza han sido tomados por
débiles y han perdido igualmente el poder.
Hemos visto que muchos gobernantes perdieron el poder por ejercer la fuerza
desmedidamente entonces, ¿cómo se debe de administrar la fuerza? El príncipe
debe intentar ser amado y temido pero si no puede conseguir ambas cosas debe
preferir ser temido ya que la gente obedece más firmemente a alguien por miedo
que por amor.
Actividad
1. ¿Cuándo y dónde surgió el renacimiento?
2. Describe los cambios que introdujo el
Renacimiento con respecto al Medioevo
3. Montaigne:
a. País natal
b. Rasgos principales de su filosofía.
4. Maquiavelo:
a. País natal
b. ¿Cuál es el tema que desarrolla en su
tratado “El Príncipe”?
Contenido 13
FILOSOFIA MODERNA
Los rasgos más importantes de la filosofía moderna son:
Independencia del
ejercicio de la razón y de la filosofía respecto de la fe y la teología;
Estudio del sujeto (tanto
del sujeto moral como del sujeto que conoce), de sus estructuras y mecanismos;
Mayor preocupación por las
cuestiones relativas al conocimiento (elementos, procesos y fundamentación del
saber) que de cuestiones ontológicas (aunque de ningún modo éstas fueron
olvidadas);
Fascinación por los
resultados de las ciencias y de la calidad de su conocimiento, tanto de la
matemática como de la nueva ciencia o física matemática.
En el siguiente esquema se
citan las corrientes y autores más importantes de esta época. En el apartado
relativo a la Ilustración se incluyen sólo los ilustrados franceses, pero no se
debe olvidar que Locke, Hume y Kant son
también destacados defensores de este movimiento.imiento.
1. Racionalismo
a)Descartes (1596-1650) Spinoza (1632-1677) Malebranche (1638-1715)
Leibniz (1646-1716)
Contractualistas Hobbes-Locke-Rousseau
Contractualistas Hobbes-Locke-Rousseau
2. Empirismo
Locke (1632-1704) Hume (1711-1776) Berkeley (1685-1753)
3. Ilustración
Voltaire (1694-1778)Diderot (1713-1784)Rousseau (1712-1786)
4. El Idealismo: Kant (1724-1804) Hegel
5. Filosofía político-económica
Adam Smith Marx
6. Irracionalismo
Schopenauer Nietsche
7. Contemporánea
Foucault
Contenido 14
RACIONALISMO
Movimiento filosófico desarrollado particularmente en la Europa continental
durante los siglos XVII y XVIII y caracterizado por la primacía que dieron a la
razón en la fundamentación del conocimiento, la fascinación por la matemática y
la defensa de la existencia de ideas innatas y de la intuición intelectual.
El término “racionalismo”
tiene un significado muy amplio: en general, llamamos racionalista a toda
posición filosófica que prima el uso de la razón frente a otras instancias como
la fe, la autoridad, la vida, lo irracional, la experiencia empírica, ... Es racionalista
todo aquél que cree que el fundamento, el principio supremo, es la razón. Junto
con ello, cabe ser racionalista en relación con un género de cuestiones y no
serlo en relación con otro: por ejemplo se puede reivindicar la necesidad del
ejercicio de la razón en política y rechazarlo en religión.
René Descartes
René Descartes nació en el año 1596 en La Haye, un pueblo francés que
actualmente se denomina Descartes. Desarrolló su educación en el colegio
jesuita de La Flèche, donde recibió una importante formación clásica y
filosófica, basada esta última en las teorías de Aristóteles. A partir de 1612
comienza una época más aventurera en su vida tratando de descubrir por sí mismo
lo que no había encontrado en los libros. Se licencia en Leyes, participa en
las guerras entre católicos y protestantes (llegando a formar parte de los dos
ejércitos), viaja por los Países Bajos, Suecia y Dinamarca, y pasa algunas
temporadas en París. Tras esta época decide marchar a Holanda, lugar donde
encuentra una mayor tolerancia intelectual que le permite elaborar sus
principales obras: El discurso del método, Las meditaciones metafísicas, Los
Principios de la Filosofía… La fama que alcanza Descartes como matemático y
como filósofo hacen que la reina Cristina de Suecia lo llame a su Corte para
que imparta allí sus clases. Pero Descartes no soportó por mucho tiempo el
clima nórdico y falleció a la edad de cincuenta y tres años. Varios años más
tarde sus obras fueron incluidas en el Índice de libros prohibidos de la
Inquisición, lo que significaba que ser cartesiano podía convertirse en un
crimen.
El racionalismo de Descartes.
Las ideas de Descartes acerca del conocimiento se sitúan dentro de la
llamada corriente racionalista que, con frecuencia, se contrapone al empirismo.
De forma general, los autores racionalistas (Leibniz, Spinoza o el propio
Descartes) desarrollaron sus ideas en los siglos XVII y XVIII, compartiendo los
siguientes rasgos:
1) Las matemáticas representan el modelo de conocimiento científico,
riguroso y exacto. La filosofía debe seguir el modo de proceder que aparece en
las matemáticas. No hay que olvidar que Descartes fue un gran matemático –a él
se deben los ejes cartesianos y que Leibniz inventó el cálculo infinitesimal-.
2) El innatismo de las ideas. Los racionalistas creen que hay en la
mente humana un conjunto de principios o conceptos que no proceden del
exterior, sino que se encuentran en ella desde el nacimiento. Estas ideas
innatas son básicas para cualquier ciencia o conocimiento humano.
3) Confianza en la razón. Esta confianza la hereda el racionalismo del
Renacimiento. Si en el periodo medieval, la razón se subordinaba a la fe, en el
Renacimiento se va a defender la autonomía de la Razón por encima de la
tradición religiosa. La razón es el fundamento de la ciencia y es el
instrumento a partir del cual el hombre puede dominar el mundo.
4) Minusvaloración del conocimiento sensible. Para los racionalistas,
los sentidos pueden llevar a engaño. La sensibilidad no tiene el carácter
universal y necesario de la razón.
5) Centralidad del método. Para pensar correctamente hay que pensar
ordenadamente, hay que seguir un método, hay que avanzar paso a paso. El método
es el camino que conduce a la verdad.
Actividad
1. Redacta un biografia de Descartes
2. Desarrolla los cinco puntos principales de la filosofía de Descartes
Contenido 15
Contenido 16
Contenido 17

Contenido
MARXISMO (Más en fotocopias)

Contenido
Contenido 15
EMPIRISMO
Cuando hablamos de Racionalismo, dijimos que
esta corriente filosófica puede resumirse con la frase “Cogito, ego sum” que es
Pienso, luego existo. Esta verdad (la existencia del yo), es evidente, firme y
segura, resistente a toda duda y por tanto puede ser aceptada como el primer
principio firme y sólido de su filosofía. Es una verdad intuida, conocida
directamente. Descartes en su propio pensamiento ve necesariamente la
existencia.
Llamamos racionalismo,
entonces, a toda posición filosófica que prima el uso de la razón frente a
otras instancias como la fe, la autoridad, la vida, lo irracional, la
experiencia empírica, ... Es racionalista todo aquél que cree que el
fundamento, el principio supremo, es la razón. Para los racionalistas, los sentidos pueden llevar a engaño. La sensibilidad no tiene el carácter universal y necesario de la razón.
El empirismo,
por el contrario, asevera que el conocimiento nace de los sentidos y la experiencia. También
se trata de una estructura de tipo filosófico basada, justamente, en los datos
que se desprenden de toda experiencia.
En este sentido, podríamos establecer que el
empirismo se sustenta básicamente en dos principios fundamentales. Por un lado,
lleva a cabo la negación de la absolutización de la verdad, estableciendo
además que el hombre no puede acceder a la verdad absoluta. Y por otro lado,
deja patente que toda verdad debe ser siempre puesta a prueba dando lugar a
que, a partir de la experiencia, aquella se pueda modificar, corregir o
desamparar.
El inglés John Locke (1632-1704) fue el primero que formuló de modo explícito
la doctrina del empirismo. Locke consideraba que el cerebro de un recién nacido
es como una tabla rasa, en la cual las vivencias dejan huellas. Por lo tanto,
el empirismo considera que los seres humanos carecen de ideas innatas. Nada
puede ser entendible sin alusión a la experiencia.
Otro filósofo empirista es David Hume (Edimburgo, 7 de mayo de
1711 – ibídem, 25 de agosto de 1776). Este cree que todo el conocimiento humano
proviene de los sentidos. Nuestras percepciones, como él las llamaba, pueden
dividirse en dos categorías: impresiones
e ideas. Así define estos términos en Investigación sobre el entendimiento
humano: «Con el término impresión me refiero a nuestras más vívidas
percepciones, cuando oímos, o vemos, o sentimos, o amamos, u odiamos, o
deseamos. “Las ideas no son nada excepto copias de nuestras impresiones, o, en
otras palabras, que nos resulta imposible pensar en nada que no hayamos sentido
con anterioridad, mediante nuestros sentidos externos o internos”. Esto
constituye un aspecto importante del escepticismo de Hume, en cuanto equivale a
decir que no podemos tener la certeza de que una cosa, como Dios, el alma o el
yo, exista a menos que podamos señalar la impresión de la cual, esa idea, se
deriva.
George
Berkeley
nació en Irlanda el 12 de marzo de 1685. Su postura empirista manifiesta que
todo conocimiento del mundo empírico se obtiene a través de la percepción
directa. El conocimiento del mundo empírico puede purificarse y perfeccionarse
eliminando todo el pensamiento y quedándose sólo con las percepciones puras.
De esto se sigue que: La forma ideal del
conocimiento científico se obtiene persiguiendo las percepciones puras, sin
intervención del intelecto. Si los individuos actuaran de esta forma, seríamos
capaces de conocer los secretos más profundos del mundo natural y del mundo
humano. La meta de la ciencia, por tanto, es desintelectualizar las
percepciones humanas, purificándolas.
1.
Describe
las diferencias entre el racionalismo y el empirismo con respecto al
conocimiento.
2.
Desarrolla
las ideas fundamentales de Locke, Hume y Berkeley.
Contenido 16
Immanuel Kant: El Idealismo trascendental
Immanuel Kant nació el 22 de
abril de 1724 en Königsberg, en Prusia, y el 12 de febrero de 1804 moría en su
ciudad natal, siéndole rendidos los últimos honores en un gran funeral. Para
entonces la filosofía de Kant había alcanzado ya gran difusión y aceptación en
los principales círculos culturales de Alemania y un considerable eco en el
resto de Europa.
Entre sus escritos más
destacados se encuentra la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen
Vernunft), calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de
la filosofía y el inicio de la filosofía contemporánea. En ella se investiga la
estructura misma de la razón.
La filosofía kantiana, llamada
por su autor Idealismo Trascendental y conocida entre nosotros también como
filosofía crítica o "criticismo", se desarrolla a partir de una nueva
solución del problema del conocimiento según la cual los elementos formales y
los elementos materiales del conocimiento han de colaborar para que éste pueda
darse, pretendiendo, de este modo, superar las limitaciones del empirismo y del
racionalismo. Aceptando que todo nuestro conocimiento empieza con la experiencia,
no todo procede de ésta, dando a entender que la razón juega un papel
importante. Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el significado
mismo de la vida serían completamente subjetivos si antes no habían sido
subsumidos por la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la
experiencia, nos llevaría inevitablemente a ilusiones teóricas.
El Imperativo categórico
Es un concepto central en la
ética kantiana. El imperativo categórico pretende ser un mandamiento autónomo
(no dependiente de ninguna religión ni ideología) y autosuficiente, capaz de
regir el comportamiento humano en todas sus manifestaciones.
Para Kant, toda la moral del
ser humano debía poder reducirse a un solo mandamiento fundamental, nacido de
la razón y no de la autoridad divina, a partir del cual se pudieran deducir
todas las demás obligaciones humanas. Definió el concepto de
"imperativo" como cualquier proposición que declara a una acción (o
inacción) como necesaria.
Según Kant, las morales
anteriores se basaban en imperativos hipotéticos, con lo cual no eran de
obligado cumplimiento en cualquier situación y desde cualquier planteamiento moral,
religioso o ideológico. Un imperativo hipotético llevaría a una acción en determinadas
circunstancias (por ejemplo "si quiero el bien común, no debo cometer un asesinato");
quien no comparta la confición ("querer el bien común") no se ve
obligado por esa clase de imperativos. Un imperativo categórico, en cambio,
denotaría una obligación absoluta e incondicional, y ejercería su autoridad en
todas las circunstancias, ya que sería autosuficiente y no necesitaría
justificación externa
De entre las varias redacciones
del Imperativo Categórico que realizó Kant, la más conocida es la primera: "Obra
sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu actuación se convierta en una
ley universal”.
1. ¿Cómo
supera Kant las limitaciones del racionalismo y el empirismo?
2. Describe
el imperativo categórico y diferencialo del imperativo hipotético.
3. ¿Cuál
es el imperativo categórico más conocido de Kant?
Contenido 17

FILOSOFÍA POLÍTICA: LOS CONTRACTUALISTAS
A lo largo de los siglos XVII
y XVIII una serie de autores trataron de explicar de un modo racional el origen
y los fundamentos de la sociedad política. Querían mostrar qué motivos existen
para qué las personas decidan vivir juntas formando una comunidad en la que
unos gobiernan sobre otros y hay unas leyes que deben ser obedecidas. Los tres
autores que vamos a comentar nos hablan de un estado de naturaleza y de la
necesidad de llevar a cabo un contrato o acuerdo para salir de ese estado
natural y organizar la comunidad política.
El estado de naturaleza, que
cada autor describirá de un modo diferente, consiste en la situación en la que
se hallarían los seres humanos si no hubiera normas, ni gobernantes políticos.
Es una situación hipotética, que probablemente no haya existido, aunque podría
compararse, como sostiene Hobbes, con las condiciones que tienen que sufrir las
personas que viven las miserias de una guerra.
El Absolutismo de Thomas
Hobbes.
Thomas Hobbes, filósofo inglés
cuya vida transcurrió principalmente a lo largo del siglo XVII, nos cuenta en
su obra Leviatán su visión del estado de naturaleza. En su opinión, los seres
humanos por naturaleza son crueles, egoístas, malvados. Desean satisfacer
constantemente sus deseos e incrementar su poder y para ello, si fuera
necesario, llegan a practicar el robo o el asesinato. Los seres humanos en
estado de naturaleza son muy libres, pero esa libertad les conduce a una guerra
continua de todos contra todos. El hombre se convierte piensa Hobbes en un
“lobo para el hombre”.
Si las personas quieren
conservar su vida tienen que salir de ese estado de naturaleza. En esta
situación, piensa Hobbes, la mejor solución consiste en entregar todos los
derechos (libertad, igualdad, uso de la fuerza…) que tenían las personas por
naturaleza a una única persona: el soberano. A través de un acuerdo entre todos
se realiza este paso con el que desaparece la sociedad natural y surge una sociedad
política más ordenada.
El soberano absoluto tendrá el
poder de establecer las leyes y de formar un ejército para conseguir que las
leyes se cumplan. Las demás personas que se han convertido en súbditos no
tendrán más remedio que obedecer las decisiones del soberano. De este modo, el
sistema de gobierno ideal para Hobbes es el Absolutismo, un sistema en el que
las personas renuncian a sus derechos naturales a cambio de alcanzar la paz.
John Locke y el liberalismo
político.
Otro filósofo inglés, Jonh
Locke, rechazará en su obra Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil la visión
tan pesimista que tenía Hobbes acerca del estado de naturaleza. En estado de
naturaleza los seres humanos viven en una gran familia en la que reina la confianza
y el compañerismo. Los individuos tienen por naturaleza el derecho a la
libertad, a la igualdad e, incluso, a la propiedad. Además, tienen leyes
naturales que conocen por medio de su razón y que les impulsan a respetar de
forma habitual los derechos básicos.
No obstante, en ciertas
ocasiones, surgen algunos enfrentamientos que requieren la presencia de un
poder superior que ponga orden entre las personas. Por tanto, no para
sobrevivir, como pensaba Hobbes, sino para vivir mejor los seres humanos se
ponen de acuerdo a través de un contrato, deciden salir del estado de
naturaleza y crean una sociedad política. Pero hay una diferencia
importantísima respecto al sistema diseñado por Hobbes. Los individuos no
renuncian a los derechos que tenían en el estado de naturaleza, simplemente
dejan que unas personas tomen el poder y procuren que las leyes se cumplan,
pero siempre que respeten los derechos (libertad, igualdad y propiedad) que
corresponden a cada individuo por naturaleza, por el hecho de nacer.
Además, el sistema político
defendido por Locke que da origen al llamado liberalismo político se basa en la
división de poderes. Hay una Asamblea legislativa que se encarga de establecer
las leyes y elegir encargadas de velar por el cumplimiento de las leyes. Estas
últimas componen el poder ejecutivo. El pueblo no obedece ciegamente las leyes
que emanan de la Asamblea legislativa y que hace cumplir el Poder ejecutivo;
por el contrario, si los gobernantes no respetan los derechos naturales de los
individuos estarán incumpliendo el contrato y el pueblo podrá rebelarse contra
ellos.
Rousseau y la voluntad
general.
El filósofo ginebrino J.J.
Rousseau reflejó en sus teorías políticas los rasgos que habían caracterizado
su propia vida: la pasión por la vida sencilla y solitaria, el gusto por la
naturaleza, y el rechazo de las grandes aglomeraciones urbanas. No era de
extrañar, por tanto, que el estado de naturaleza perfecto fuera para Rousseau
el de aquellos individuos que vivían de forma solitaria o en compañía de pocas personas,
disfrutaban de las ventajas
de la naturaleza y desplegaban
las cualidades bondadosas que poseen los seres humanos desde el nacimiento.
En el estado anteriormente
descrito los seres humanos despliegan su bondad y disfrutan de una enorme
felicidad. Es la sociedad y, sobre todo, el ambiente de las grandes ciudades el
que convierte a las personas en falsas, astutas y malvadas. Pero Rousseau sabe
que volver al estado de naturaleza resulta casi imposible, por tanto, lo que se
puede intentar es convertir las comunidades humanas en lugares más habitables
y, sobre todo, más justos. Para ello, Rousseau defiende la creación de un
sistema democrático.
De nuevo la comunidad tendrá
que llevar a cabo un contrato. En este caso el conjunto de la comunidad cede
todos sus derechos naturales (como ocurría en el planteamiento de Hobbes), pero
no los cede a un soberano absoluto sino a la propia comunidad que, reunida en
una asamblea expresará la voluntad general del pueblo y establecerá las leyes
que han de seguirse. Las leyes no pueden reflejar el interés de uno o de unos
cuantos, sino la voluntad de todos.
El sistema es democrático
porque todos los individuos participan en la creación de las leyes,
convirtiéndose en ciudadanos. No obstante, el planteamiento de Rousseau, al
recomendar un tipo de democracia directa y mostrar su rechazo hacia los
representantes políticos, parece más apropiada a las antiguas ciudades griegas
o a pequeñas comunidades y difícilmente realizables en las complejas sociedades
contemporáneas.
1. Completa el cuadro
indicando cómo es el estado de la naturaleza y el sistema político propuesto en
cada caso.
Thomas Hobbes
John Locke
J.J. Rousseau
2. ¿Con cuál de los tres
planteamientos estás más de acuerdo y por qué?
Contenido
MARXISMO (Más en fotocopias)

Karl Marx
Karl Marx (1818-1883) intentó explicar los cambios sociales que estaban ocurriendo durante la Revolución industrial. Cuando era joven sus actividades políticas le ocasionaron problemas con las autoridades alemanas y, después de una breve estancia en Francia, se exilió definitivamente en Gran Bretaña. Los trabajos de Marx cubren diversas áreas e incluso sus críticos más severos consideran que su obra tiene una enorme relevancia para el desarrollo de la sociología. Gran parte de su obra se centra en cuestiones económicas pero, considerando que siempre trató de conectar los problemas económicos con las instituciones sociales, su obra está llena de interesantes observaciones sociológicas.
Karl Marx (1818-1883) intentó explicar los cambios sociales que estaban ocurriendo durante la Revolución industrial. Cuando era joven sus actividades políticas le ocasionaron problemas con las autoridades alemanas y, después de una breve estancia en Francia, se exilió definitivamente en Gran Bretaña. Los trabajos de Marx cubren diversas áreas e incluso sus críticos más severos consideran que su obra tiene una enorme relevancia para el desarrollo de la sociología. Gran parte de su obra se centra en cuestiones económicas pero, considerando que siempre trató de conectar los problemas económicos con las instituciones sociales, su obra está llena de interesantes observaciones sociológicas.
La perspectiva teórica de Marx se basa en lo
que él llamó la concepción materialista de la historia (materialismo
histórico). Según este enfoque las principales causas del cambio social no son
las ideas o los valores de los seres humanos. Por el contrario, el cambio
social está primordialmente inducido por influencias económicas. Es la economía
la que determina las estructuras sociales y las relaciones humanas. Las clases
dominantes son propietarias de las riquezas materiales y por lo tanto manejan
el poder político y la cultura.
El conflicto entre las clases
(lucha de clases) -ricos frente a
pobres- constituye el motor del desarrollo histórico. En palabras de Marx:
"Toda la historia humana hasta el presente es la historia de la luchas de
clases". En la antigüedad las clases antagónicas que se enfrentaban en
esta lucha de clases eran los amos vs los esclavos. En la Edad Media eran los
señores feudales vs. los siervos. En el capitalismo actual la lucha es
burguesía vs. proletariado.
Aunque escribió sobre distintos períodos
históricos, Marx se centró en el cambio en la época moderna. Para él, las
transformaciones más importantes de este período están vinculadas al desarrollo
del capitalismo, sistema de producción que contrasta radicalmente con los anteriores
órdenes económicos de la historia, ya que conlleva la producción de bienes y
servicios para venderlos a una amplia gama de consumidores. Los que poseen el
capital -fábricas, maquinaria y grandes sumas de dinero- conforman una clase
dominante (burguesía). El resto de la población constituye una clase de
trabajadores asalariados, la clase trabajadora o proletariado, que no posee los
medios para su propia supervivencia y que, por tanto, debe buscar los empleos
que proporcionan los que tienen el capital. El burgués vende los productos y
servicios en el mercado, mientras que el trabajador, como no tiene nada para
vender, le vende su fuerza de trabajo al burgués capitalista. En consecuencia,
el capitalismo es un sistema de clases en el que el conflicto entre éstas es
constante.
Para Marx, el capitalismo será reemplazado en
el futuro por una sociedad sin clases, sin grandes divisiones entre ricos y
pobres. El sistema económico pasará a ser de propiedad comunal y se establecerá
una sociedad más igualitaria que la actual. Para llegar a esta sociedad
comunista, es necesario que los trabajadores tengan conciencia de que
pertenecen a una clase social explotada y que son los verdaderos generadores de
las riquezas. De esta manera, el proletariado se unirá para despojar del poder
político y de los medios de producción (tierras, empresas) a la burguesía. Así,
la clase trabajadora se erigirá como clase dominante y administrará las
riquezas para el bien común.
1. Desarrolla
los conceptos de:
a. Materialismo
histórico
b. Lucha
de clases (relacionarlo con burguesía y proletariado)
c. Sociedad
sin clases
2. ¿Qué
opinás de la postura de Marx? ¿Creés que es necesario y posible construir una
sociedad igualitaria?
Contenido
FRIEDRICH NIETZSCHE
Nietzsche nació en 1844 en la casa parroquial de Röcken
(Alemania). Su padre, sus abuelos y sus bisabuelos eran pastores protestantes.
Su padre falleció cuando el pequeño Friedrich tenía cuatro años de edad.
FRIEDRICH NIETZSCHE (1844-1900)
La filosofía de Nietzsche,
considerada como vitalista, ejerció una considerable influencia a finales del
XIX y buena parte del siglo XX, tanto por su carácter crítico como por su
propuesta de trasmutación de los valores de la cultura occidental, plasmada en
el ideal del superhombre.
Es vitalista toda teoría
filosófica para la que la vida es irreductible a cualquier categoría extraña a
ella misma. La vida no tiene un fundamento exterior a ella, tiene valor en sí
misma; y la vida entendida en su dimensión biológica, instintiva, irracional,
como creación y destrucción, como ámbito de la alegría y el dolor.
Nietzsche defiende el
perspectivismo: toda representación del mundo es representación que se hace un
sujeto; la idea de que podemos prescindir de la situación vital del sujeto, de
sus rasgos físicos, psicológicos o biográficos, para alcanzar un conocimiento
del mundo tal y como éste pueda ser (el conocimiento objetivo) es un absurdo.
Nietzsche considera imposible el conocimiento de la realidad en sí misma, pues
toda creencia, toda teoría del mundo, depende del punto de vista de la persona
que la ha creado. Todo ser dotado de algún grado de conocimiento, de alguna
capacidad para representarse el mundo, es tan buen testigo del mundo como
nosotros, los seres humanos. No existe ningún dato o experiencia, ni del mundo
exterior o físico ni del mundo interior, no contaminado por un punto de vista,
por una interpretación; no es posible un “criterio de verdad” libre de
elementos subjetivos, no existen los datos puros a partir de los cuales podamos
construir un saber objetivo.
Crítica a la moral tradicional
El dogmatismo moral consiste
en creer en la objetividad y universalidad de los valores morales: el
cristianismo los sitúa en el ámbito eterno e inmutable de la mente de Dios;
pero la moral tradicional, dice Nietzsche, se equivoca pues los valores morales
no tienen una existencia objetiva, ni como una dimensión de las cosas, ni como
realidades que estén más allá de éstas, en un mundo objetivo; los valores los crean las personas, son
proyecciones de nuestra subjetividad, de nuestras pasiones, sentimientos e
intereses. La moral tradicional creyó también que las leyes morales valen
para todos los hombres y que si algo es bueno es bueno para todos. Nietzsche
niega este creencia: si realmente los valores existiesen en un Mundo Verdadero
y Objetivo cabría aceptar su universidad, pero no existe dicho Mundo, por lo
que en realidad los valores se crean, y por ello cambian y son distintos a lo
largo del tiempo y en cada cultura. Por otra parte, la moral tradicional es
antivital: sus valores son contrarios a la vida, a las categorías básicas
involucradas en la vida. La moral tradicional (la cristiana) es antinatural
pues presenta leyes que van en contra de las tendencias primordiales de la
vida, es una moral de resentimiento contra los instintos y el mundo biológico y
natural. Para Nietzsche la religión no es una experiencia verdadera pues Dios
no existe; el estado de ánimo que promueve el éxito de las creencias
religiosas, de la invención de un mundo religioso, es el de resentimiento, el
de no sentirse cómodo en la vida, el afán de ocultar la dimensión trágica de la
existencia. El cristianismo, como Platón, escinde la realidad: por un lado el
mundo verdadero, eterno, inmutable, en donde se realiza el Bien, la Verdad y la
Belleza, y por otro el mundo aparente, cambiante, abocado a la muerte e
imperfecto; el mundo del espíritu frente al mundo de la corporeidad. El
cristianismo fomenta los valores de la “moral de esclavos” (humildad,
sometimiento, debilidad, mediocridad), los valores mezquinos (obediencia,
sacrificio, compasión) y la idea de culpabilidad, de pecado. La superación del
cristianismo (la “muerte de Dios”) es fundamental para la transmutación de
todos los valores y la recuperación de los valores de la antigüedad perdidos
tras la aparición de esta religión y de la filosofía.
PROPUESTA FILOSÓFICA DE
NIETZSCHE: REIVINDICACIÓN DE LA VIDA
La muerte de Dios: Esta tesis
señala que la creencia en “Dios ha muerto”, expresa el fin de toda creencia en
entidades absolutas. Dios no crea al hombre sino el hombre a Dios. La creencia
en Dios sirve para consolarnos de la miseria y sufrimiento existente en este
mundo; es una consecuencia de la vida decadente e incapaz de aceptar el mundo
en su dimensión trágica. Cuando Nietzsche declara que Dios ha muerto quiere
indicar que los hombres viven desorientados, que ya no sirve el horizonte
último en el que siempre se ha vivido. Con dicha “muerte” podemos vivir sin lo
Absoluto, en la “inocencia del devenir”. Es la condición para la aparición del
superhombre.
EL SUPERHOMBRE
Nietzsche no propone el
imposible vivir sin valores, propone invertir la tabla de valores: superar la
moral occidental de renuncia y resentimiento hacia la vida mediante una nueva
tabla en la que estén situados los valores que supongan un sí radical a la
vida. Con el cristianismo prospera la moral de los débiles, de los que quieren
huir del rigor de la vida inventándose un mundo objetivo y justo. La
transmutación de los valores es la superación de esta “moral de esclavos” para
recuperar de nuevo la “moral aristócrata”, y permite el triunfo del código
moral del superhombre.
El hombre al que hay que
superar es el que se somete a los valores tradicionales, a la “moral del
rebaño”, a la moral basada en la creencia de una realidad trascendente que
fomenta el desprecio por la vida, la corporeidad y la diferencia entre las
personas. El superhombre sólo es
posible cuando se realice hasta el final la “muerte de Dios”. El superhombre no se puede identificar con
una clase social con privilegios que le puedan venir por la tradición o que
descansen en su poder social, ni con una raza. El superhombre inventa las normas morales a las que él mismo se
somete; y los valores que crea son fieles al mundo de la vida y le permiten
expresar su peculiaridad y riqueza; vive en la finitud: no cree en ninguna
realidad trascendente, ni en Dios ni en un destino privilegiado (una raza, una
nación, o un grupo); acepta la vida en su limitación, no oculta las dimensiones
terribles de la existencia (el sufrimiento, la enfermedad, la muerte); le gusta
el riesgo, las nuevas y difíciles experiencias, el enfrentamiento; no está
preocupado ni por el placer ni por el dolor, ni propio ni ajeno, pues pone por
encima de ellos el desarrollo de su voluntad y de su espíritu; es contrario al
igualitarismo: ama la exuberancia de la vida, le gusta desarrollar en él mismo
y en los demás lo que les es más propio; no tiene miedo a la diferencia; ama la
intensidad de la vida: la alegría, el entusiasmo, la salud, el amor sexual, la
belleza corporal y espiritual; puede ser magnánimo, como una muestra de la
riqueza de su voluntad. El superhombre
es la afirmación enérgica de la vida y el creador y dueño de sí mismo y de su
vida, es un espíritu libre.
Actividad:
1: ¿Qué es el perspectivismo
que defiende Nietzsche?
2: ¿Cuáles son las críticas
que Nietzsche le hace a la moral tradicional?
3: ¿Qué quiere decir con su
frase “Dios ha muerto”?
4: ¿Cuáles son las
características del superhombre?
muy interesante
ResponderEliminarHola, excelente trabajo, me gustaría que citaras las fuentes.
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